02 de Noviembre de 2015
¿Será un caramelo... o un cupcake? No, es una "MamiCake". La dulzura maternal, representada de forma literal
La dulce madre que el bebé Adolf no pudo disfrutar
Si un día te presenté la ilustración "Mi dulce bebé", hoy te presento a las madres más dulces del mundo: las "MamiCakes" o "MommyCakes". Como ya sabrás, todos mis trabajos tienen un trasfondo y en esta ocasión, le ha tocado el turno a la dulzura.
Las madres dulces no son mujeres débiles o frágiles. Son personas que saben lo que implica dar amor de la forma más dulce. La dulzura es puro azúcar para el alma de los niños, la chuchería emocional que nutre y refuerza su personalidad y la manera en que tratamos a los pequeños deja huella en el futuro de éstos y del propio mundo.
Si te preguntas cómo surgieron las "MamiCakes", te diré que a veces la inspiración llega de repente; otras, es algo más pensado. En esta ocasión, fue lo primero. Y lo de pensar, vino después...
He querido que la dulzura fuese la protagonista de estas nuevas ilustraciones, para transmitir su importancia. La primera imagen surgió en mi cabeza, como casi siempre, sin haberla meditado mucho. No hubo ni bocetos. Cogí mi libreta y directamente, la dibujé. Luego otra. Fresa y chocolate. Los sabores favoritos de mi princesa.
Y entonces. cuando escribía el texto de presentación, me encontré con una entrada del blog de la doctora Ibone Olza en la que hablaba de una encuesta realizada a los lectores del New York Times. La pregunta era: "¿Matarías al bebé Adolf Hitler?". Así... como suena.
¿Quizá la dulzura está infravalorada?
No es prescindible. No es una ñoñería. No malcría. Tanto la dulzura como otras cualidades igual de importantes, consiguen que el bebé desde muy temprano se sienta querido y respetado.
Todo lo que nos da seguridad desde pequeños, nos fortalece y nos hace creer que somos valiosos e importantes para quienes nos rodean. El mundo necesita más seres rebosantes de autoestima y menos personas infladas de ego.
Ojalá la madre de Hitler hubiera podido ser la mujer que aquel bebé necesitaba. Y lo mismo su padre. Habrían ahorrado mucho sufrimiento al mundo entero. Pero para eso, ellos mismos tendrían que haber tenido también la infancia que todo niño merece y me temo que no fue así.
Quiero pensar que un comportamiento tan sádico con tus semejantes, solo es posible cuando uno no está en su sano juicio o no ha sido tratado como merecía desde su más tierna infancia. Y puede que lo primero sea consecuencia de lo segundo. Hace mucho leí una frase de Eduard Punset que venía a decir lo mismo (pero no esperes que la escriba, porque no la recuerdo).
Aquel niño llamado Adolf, en otras circunstancias, ¿hubiera actuado de otra manera al hacerse adulto? ¿Puedes rebosar odio cuando solo recibes amor? ¿Puedes valorar otras vidas cuando no valoraron la tuya tus propios padres? ¿No se aprende desde el ejemplo...?
El mensaje de las "MamiCakes"
La dulzura es un gran valor humano. No la confundamos con lo que no es y valoremos lo que ésta y otras cualidades pueden aportar a los niños en especial y al mundo en general. Una crianza respetuosa necesita de muchos ingredientes y la dulzura es sin duda muy importante. Ese es el mensaje de estas nuevas ilustraciones.
Ahora que ya sabes qué es una "MamiCake", te la presento en forma de marcapáginas. Ya están disponibles en la tienda y como todas las demás ilustraciones, puede aplicarse a otros artículos: colgantes, broches, láminas...
Además, también puedes tener cualquiera de estas 20 ilustraciones en el mismo formato.
Espero que te hayan gustado.
Y dime, ¿te consideras "MamiCake"?
¿De chocolate o de fresa? (Es broma... es para terminar con una sonrisa).